Como hija de mi madre y de la madre tierra que soy sólo puedo seguir su pulsión y latido dentro de mí…a través de las estaciones y los elementos que conforman la naturaleza y mi propio ser…
Y así el otoño va aflorando en mí y me invita una vez más (desde hace ya unos años) a través del susurro de las hojas al caer, a rendirme a mi deseo, a dejar de sostener lo que ya no necesito , lo que ya no quiero más, lo que limita mi sentir, mi esencia y mi alma en su expresión más genuina….Y por fin descansar.
Y como siempre me abrazará al vaciarme en seguridad y confianza, sintiéndome sostenida en el regazo de la vida, sin esfuerzo, dulcemente…generando en mí el espacio que ha de albergar la semilla del nuevo brote que está por venir…
Si es tu momento, será un placer hacer junt@s este viaje.
